Presentación
El Modelo Comunicativo Balanceado COBA para la enseñanza de la lectura y escritura en nivel inicial ha sido diseñado teniendo en cuenta una sólida fundamentación teórica y práctica, que contempla los hallazgos de investigaciones en torno al ingreso de los niños a la cultura escrita, y a su vez reconoce las prácticas que los docentes implementan en el aula para facilitar este proceso.
El Modelo COBA considera al niño como sujeto de saber que en su interacción con sus otros significativos y su entorno construye el aprendizaje. La interacción es entonces un elemento esencial del modelo, propiciando diversos tipos de encuentros y agrupaciones en el aula y fuera de ésta.
La lectura y la escritura son ejercidas como prácticas sociales desde el inicio. Los niños son lectores y productores de textos en situaciones reales de comunicación, sin dejar de lado los aspectos formales de la lengua, a los que se les otorga un espacio explícito dentro de la propuesta.
El Modelo COBA propone 3 componentes para ser abordados durante todas las sesiones de clase que se desarrollen en el año escolar: Experiencias literarias, situaciones comunicativas de escritura, y lectura compartida. El abordaje de cada uno de estos componentes se da en interdependencia, para fortalecerlos de forma individual sin desconocer el carácter total del lenguaje.
El uso pedagógico del material y recursos disponibles favorecen el aprendizaje de los estudiantes, por eso el Modelo COBA provee diverso material para su implementación efectiva: Red de contenidos de aprendizaje, actividades diagnósticas, secuencias de actividades, recursos didácticos manipulativos e interactivos, y textos escolares que promueven la enseñanza y el aprendizaje del lenguaje desde una mirada comunicativa.
Finalmente, destacamos la oportunidad de desarrollo profesional docente que supone la implementación del modelo COBA, a través de la cual, los educadores participan en formaciones y prácticas académicas y de investigación que les permiten enriquecer su profesión.
Principios
- La lectura y la escritura como prácticas sociales para la vida, en oposición a la visión reduccionista que las considera meras habilidades o destrezas a ejercitar.
- Se favorece tanto el aspecto constructivo como figurativo de la escritura.
- Los niños son protagonistas del modelo. Se propicia interacción genuina y participación de todos los estudiantes.
- Se promueven diversas modalidades de trabajo: grupo completo, grupos cooperativos, parejas, individual.
- El modelo se constituye como una oportunidad de desarrollo profesional para los docentes, quienes no solo reciben formación del equipo, sino que se involucran en tareas académicas y de investigación.
- La familia conoce las dinámicas de trabajo, se apropia y se involucra en el proceso.
Componentes
Experiencias literarias
Las experiencias literarias en la infancia se propician a partir de prácticas como el disfrute de textos de tradición oral, espacios de lectura en voz alta y lectura compartida de textos literarios, escenarios para la creación literaria, y otros en los que los niños y las niñas tengan la oportunidad de asumir comportamientos lectores como lecturas libres, intercambio de libros, recomendación de textos, comentarios sobre los textos leídos, entre otros. Para este fin, las experiencias literarias en el Modelo COBA involucran, por un lado, manifestaciones de tradición oral, y por el otro, la constante exposición de los niños y las niñas a literatura escrita a través de diferentes escenarios, entre ellos, sesiones de lectura en voz alta. Las manifestaciones orales se relacionan con los juegos en los que los niños y las niñas exploran y vivencian universos de mímesis al participar en rituales, reglas y convenciones que se establecen en este tipo de actividades. Igualmente, se incluyen entre las prácticas que se promueven desde la tradición oral en el Modelo COBA, el humor y el reto que supone descifrar adivinanzas, escuchar y narrar chistes, y otros relatos humorísticos, refranes; y por supuesto, implican el descubrimiento que se gesta de formas lingüísticas y sentidos a través de rimas, trabalenguas, leyendas, cuentos populares, poemas, entre otras expresiones a las que los niños y las niñas prestan oído y dan voz.
Al tiempo reconocemos que los niños y las niñas leen literatura, inicialmente a través de su maestro en prácticas de lectura en voz alta (Trelease, James: 2012), y cada vez con menos apoyo en ejercicios de lectura independiente. Esto, principalmente, con el fin de proveer experiencias estéticas y goce literario como una auténtica práctica lectora. Esta práctica favorece el desarrollo de comportamientos lectores entre los que se encuentran las lecturas libres, que se dan desde la espontaneidad y autonomía; el intercambio de libros, recomendación de textos, comentarios sobre los textos leídos, agendas de lectura, entre otros.
Situaciones Comunicativas de escritura
Escribir es un proceso que trasciende la codificación de letras e implica estar inmerso en una situación comunicativa que tiene propósitos, interlocutores y temas específicos. En el Modelo COBA los niños y las niñas participan en situaciones reales de escritura desde el inicio, promoviendo su independencia de manera progresiva. Los textos que se producen en estos escenarios de situaciones comunicativas responden tanto al mundo creativo, ficcional, como la composición de poemas, cuentos, entre otros; como a textos que responden a necesidades comunicativas en la cotidianidad de los niños y las niñas, como el horario de clases, el cartel de cumpleaños, las etiquetas para los cuadernos, etcétera. Para la producción de estos textos escritos se concibe la escritura como un proceso que inicia con la contextualización de la situación y que involucra acciones de planificación, textualización y revisión de acuerdo con el Modelo cognitivo de la producción escrita de Flowers y Hayes (1981). Finalmente, se reconoce como elemento importante de las situaciones comunicativas de escritura en el Modelo COBA, la publicación de los textos, respondiendo al principio de que estos cumplen un propósito real, por ejemplo, tener la referencia de la organización de las clases para cada día durante una semana, a través del horario; y tienen unos destinatarios reales, como ellos mismos y sus docentes, en este ejemplo.
Lectura Compartida
La lectura compartida, que es una práctica en la cual un lector experto lee con otro que está aprendiendo, ayuda al abordaje en contexto de contenidos de enseñanza como: principio alfabético, conceptos acerca de lo impreso, direccionalidad, legibilidad, convenciones del lenguaje escrito, comprensión de lectura, etc. (Swartz, Stanley: 2010.) Para el desarrollo de este componente contamos con los textos de la primera publicación de ALasPalabras y su Modelo COBA, Vamos a las palabras: ¡Yo puedo leer! y con otros incluidos en la colección de textos escolares de lenguaje. Estos relatos breves son utilizados como mediadores de la lectura compartida, inicialmente, y luego la lectura guiada e independiente. Otros elementos que se promueven dentro del componente de lectura compartida son:
– Conciencia Fonológica
Se define como la habilidad para identificar y manipular las unidades fonológicas de la palabra tales como sílabas y fonemas. Hay una probada relación entre la conciencia fonológica y un buen nivel lector. Muchos trabajos han demostrado que niños con buenas habilidades en conciencia fonológica evidencian un buen aprendizaje de la lectura (Vellutino y Fletcher, 2005; Suárez-Coalla, García-de-Castro y Cuetos, 2013). Por ello el Modelo COBA incluye actividades que propician el desarrollo de esta habilidad.
– Ruta Visual – Léxica
Las recientes investigaciones en las neurociencias demuestran que los niños activan regiones cerebrales del reconocimiento visual para aprender a leer, lo que se denomina reciclaje neuronal. Es por esto que “Antes de que los niños se expongan a su primera clase de lectura, su desarrollo lingüístico y visual previo debe tener un papel esencial en preparar sus cerebros para este nuevo ejercicio cultural” (Dehaene, Stanislas: 2014). El Modelo COBA potencia el desarrollo lingüístico y visual de manera explícita y constante a través de ejercicios lúdicos y significativos que preparan a los niños para la lectura, transitando así a la etapa léxica (ortográfica) en la que se automatiza este proceso, lo que libera espacio cognitivo para la comprensión de lo que se lee.
– Lectura Guiada y Lectura Independiente
Si en la lectura en voz alta el maestro lee a los niños y niñas, y en la compartida, comparte este ejercicio; en la lectura guiada el apoyo es más moderado, permitiéndoles una mayor interacción con el texto; esta interacción se facilita mediante los elementos de conciencia fonológica, ruta visual – léxica, y por supuesto los ejercicios de lectura compartida, que van ofreciendo estrategias para que los pequeños lectores descifren e interpreten el sentido de los textos. Esto, además, fortalece sus capacidades para la lectura independiente comportándose cada vez con mayor autonomía en estas tareas.
– Atención al código escrito
La enseñanza explícita del código escrito: la correspondencia fonema-grafema es importante para la decodificación, que ayuda a los estudiantes a aprender a leer. En este elemento se fortalece el aspecto figurativo de la lengua cuando ya se ha transitado por lo comunicativo, dando mayor significación a las microestructuras que se abordan. Es decir, se tiene en cuenta que existen niveles previos al uso convencional del sistema de escritura, por lo que se va gestionando este tránsito de forma armónica y significativa. Es así como se tienen en cuenta los diferentes aspectos cuantitativos y cualitativos que preceden a la escritura ortográfica.